¡He tenido una crisis en esta cuarentena!


El calvario que enfrenta una mujer triste | Soy Carmín
¡Qué bueno escribirles nuevamente 🌝!

En estos días escribir es una manera perfecta de desahogarnos. Hoy les quiero contar una anécdota de una de las crisis que he sufrido en esta cuarentena y cómo pude afrontarla. Primero que nada debo decirles que es muy normal sentirnos tristes de vez en cuando en estos momentos. No debes avergonzarte y es bueno que busques con quien desahogarte y cómo levantarte nuevamente.

Les cuento, que los otros días, después como de 12 días sin salir de casa (más que ir donde mi familia a buscar alguna que otra cosa) me tocó hacer mi compra. Había salido un día como a las 2, pero no fue posible hacer nada porque había mucha gente y no iba a dar tiempo (a las 5 es toque de queda en mi país), así que fui al otro día a las 8 de la mañana. Llegamos al súper y nos tocó hacer nuestra fila y durar casi una hora en ella y luego esperar montón para entrar, la cuestión es que entre entrar y agilizar para buscar todo, ir a otro súper y buscar lo otro que nos faltaba, repetir el mismo proceso y finalmente salir de súper, duramos casi ¡4 horas!

 A partir de esa experiencia nació en mis adentros, una incomodidad emocional, un dolor. Empecé a entrar en una vorágine de tristeza y desesperación ☹️. Siguiendo el día, tuvimos que ir donde mi tía a buscar algo, sin embargo, ni desmontarme pude para abrazar y saludar a mi familia, algo que me dolió muchísimo porque el que me conoce sabe que amo abrazar y darle cariño a todo el mundo 😕. Me acuerdo que yendo también a mi casa ponen en el radio un tema que me recordó a mis días de playa y sentí cierta nostalgia y unas ganas de manejar sin rumbo e irme lejos.

Para no alargarles el cuento,  debo decirles que todas esas emociones difíciles que fueron apareciendo en mi camino durante todo el día, al final me hicieron colapsar. Lloré y lloré mucho. Ese día fue que me di cuenta de lo grave de este asunto y el impacto social que tendríamos. Me acuerdo que sentí desesperanza, decepción, negatividad, desesperación, tristeza, y un sentimiento como de ya esto es todo, ya no podremos volver a nuestra cotidianeidad, me sentí impotente.

Era real, estaba en una crisis, y durante varios días me sentía muy desmotivada. Saber que no podría volver a mi amada playa, o ir a una fiesta o besar y abrazar a mis amigos y familiares o ver a mis niños del cole, etc.  Me dio durísimo. Y lo que más me afecto fue el impacto social y económico de esta amenaza. Darme cuenta de que esto se va a extender por un larguísimo periodo fue más fuerte aún para mí. Era un destrozo total.

Gracias a Dios y mi fuerza interior pude levantarme nuevamente, pero no fue fácil. Lo primero que les digo es que si están pasando por una crisis hablen con sus familiares o con quien están en sus casas y pidan ayuda y consejo, además de una buena dosis de consuelo. Igualmente no estén esperando el momento de salir de esta cuarentena, porque mientras más uno espera, más deseos le dan a uno de salir y créanme que cada vez que extiendan el período de tiempo se llevarán una gran decepción. Ocupa tu mente en cosas que te gustan hacer, así entenderás que este tiempo es para reencontrarte contigo mismo y tus gustos, a la vez que te entretienes. Otra cosa que te recomiendo es que busques mensajes positivos y trates de alejarte de los negativos, o sea, en vez de ver y oír las noticias tan desalentadoras de hoy en día, enfócate en buscar noticias, frases y contenido que llenen tu corazón de esperanza y positivismo.  Finalmente mantente en comunicación con tus amigos, ellos continúan ahí, a una pantalla de distancia. Con ellos puedes desahogarte y compartir experiencias y maneras de salir de la rutina.

Debo decir, que aunque supere esta crisis, que fue la mayor de todas las que me han dado, todavía extraño muchas cosas y momentos , como ver a mis estudiantes, dar clases presenciales, ir a la playa, ir a fiestas, bailar, correr en las calles, ir donde quiera ir, abrazar a todo el mundo, dar muchos besos, comer en restaurantes, ir al cine, salir a caminar, entrar rápido a un supermercado, andar sin miedo, conocer a muchas personas, juntarme con mis amigos y familia, conocer muchos lugares, etc. etc. Sé que un día saldremos de esta y sé que viviremos la vida con mucha más emoción e intensidad, pero mientras todo pasa, quédate en casa y ayúdanos a frenar la propagación.

Recuerda, es normal sentirse mal de vez en cuando, pero si sientes que no puedes salir de esta y tu tristeza y desasosiego persisten, comunícate con un especialista (psicólogo o psiquiatra) para que te ayude a seguir adelante.

Un gusto compartir contigo, porfa comparte, especialmente con las personas en tus círculos que la están pasando mal. Un besote. Gracias por leerme.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Fomentar la equidad de género en los niños

Cómo leerle a tu alumno o hijo?